Una debería saber cantar su vida, celebrarla con cordófonos y
a veces llorarla con chirimias,
contarle a las lagartijas
las batalles épicas de cada día
bailar con los pajaros de copete rojo y
dar vueltas con los colibríes.
Una debería saber de la la dualidad de la luz
y dejarse iluminar
y cobijar con su calor,
dejarse ir con las nubes a tierras lejanas
amar cuerpos humanos
todos hermosos
todos perfectos.
ahora todo es proporcionado
las horas al día que se dedica a cada cosa,
la cocina, el trabajo, los hijos, el trabajo, la casa, el trabajo, el sueño.
Las pequeñas alegrías con pequeñas tristezas,
las lágrimas por un adiós,
que no superan la expectativa de un nuevo encuentro,
ahora todo es proporcionado,
como las pequeñas tazas de café en un avión.
Yo no asesine el sueño, mis manos van sólo
con la sangre de aquello que como,
y sin embargo no duermo,
fueron ellos los que que ultrajaron,
los que volvieron roja el agua de los ríos
los que cortaron en pedacitos sus cuerpos
y los tiraron en basureros, los quemaron
o los pusieron en ácido.
Yo no asesiné el sueño pero no duermo.
Ayer vi a mi abuelo, es ese pájaro rojo medio despeinado, le gusta estar cerca de las pirámides, tal vez recuerda a su abuela, Rosita, la indígena de trenzas largas y mejillas rosadas que llega en tren para traerle fruta. Abuelo! ahora ya no tienes que trabajar, ahora ya no te pesan los pies, vuelas mirando la historia, esa que te negaron por años por ser analfabeta pero que venciste para recuperar lo grandes que somos, nosotros, los pueblos.
he visto a un hombre en un frasco
explicar el mundo,
lo vi combinando reactivos e ilusiones
para hacer tinta
y escribir,
los ojos emocionados y el corazón latiendo fuerte
con cada letra,
vi el frasco empañarse por su respiración agitada,
y como él dejó de ver el mundo,
después describió solo su reflejo.
no habrá más tiempo que este
me repito mietras malabareo utopías
llega la madrugada nuevamente y la luna juega conmigo
ahora estoy, ahora no...
un enredaera del jardín trepa por mi espalda
apretando suave y constante mi cuerpo,
asfixiandome poco a poco.
Mujer no habrá más tiempo que este,
no habrá mañana con un beso que te despierte del sueño eterno
ni caballos y caballeros
ni duendes que te enseñen a hilar oro
tienes que seguir sembrando violetas
el mundo debe estar lleno de flores.
Abuela, dónde están tus manos que curan
esta tarde que hay tanta tristeza?
Aquí, en medio de la plaza
el tiempo punza sobre la piel
como clavos,
cada segundo se entierra
y el cuerpo es
un pozo sin fondo de agua salada.
Quisiera tus manos que curan
para aliviar tanto dolor.
El mundo es ahora
un jodido dolor de espalda
que se combina a veces
con un dolor en el culo,
y ganas de implotar por las mañanas
(porque eso de explotar está muy visto),
ganas de silenciar el ruido que tiene
y quedarme con las miradas,
si, eso,
ganas de sentarme en un parque, en silencio,
y mirar a la gente a los ojos,
pero eso también está visto,
ya lo hizo XX en en un museo.
El cielo no era rojo
y la tierra no llevaba
el olor de la sangre.
El calor del sol
levantaba la neblina
y el bosque era un concierto
¿Cuántas veces vinieron ellos
y nos desarticularon?
cada hueso fue expuesto
y la carne cortada para ser comida por las
serpientes, escarabajos, roedores, coyotes, aves.
Pero el bosque es hoy un concierto
y aquí están las abuelas pino
encino, ceiba.
Nuestros cuerpos en la tierra
se articulan y se integran,
todas seremos raíz una noche
y nuestra sangre alimentará
vida nueva.
Llamaron para dar la alerta,
hallaron una mujer en tu cama abuela,
y yo siento cansancio.
La manada babeo enseñando los dientes,
aullaron con ira
aaaahhhhhhuuuuuuu
y yo estoy cansada.
Recordé sus ojos apagados
el pelo sin gracia,
es gris como una nube
que quiere empapar pero se contiene.
Ojalá fuera roja o morada,
al menos magenta.
Tú pincel blanco dio un color a cada hija
un tono a cada nieta
¡no soportamos el gris!
La mujer en la cama no puede ser pintada...
Cuando la oscuridad acabe y ya no este cansada
y pueda babear rabiosa
correré a donde nace el arco iris
a traerte de vuelta.
Di vueltas y baile al rededor tuyo
era yo quien te gritaba
anda ven!
caminemos por la paradoja del desierto lleno de vida
saltaba descalza con mis pies polvosos
y soltaba una sonrisa
pero el vacío no propaga el sonido
y el sonido no se ve en el aire
como podía saber
que mi palabras no tocaban tus oídos
cómo no vi apagar el brillo de tus ojos
tu mirada en el horizonte
la nada
y sigues ahí,
camino sigilosa al rededor tuyo
ahora pareces cubierto por el hielo
aun es de día afuera
y el camino me llama
el canto de los pájaros,
las lagartijas
iré a ese horizonte que miras
y te saludaré con la mano
mientras salto y bailo
con el viento y las mariposas
tal vez el calentamiento global
te haga fluir en un río
Abuelita sol
abuela luna nueva
mi abuelita
En mi mente caminan las sombras
nublan mis ojos,
ahora son tantas que oprimen mi pecho,
necesito de la noche para descansar,
y de pronto llegas tú,
con esos ojos y esa sonrisa tan clara
y no más así
como el sol de medio día,
todo es luz.
TE voy a extrañar mucho.
hoy solo quiero
mirar las hojas
construir el sonido de las alas del colibrí
cuando pasa junta a ellas
nunca podré escucharlo
pero se que existe
porque cada mañana me despierta
pinches colibires ruidosos.
llenaré el estudio
de plantas colgantes y enredaderas
tal vez envuelvan mi cuerpo
y me lleven a la luz